Reclamo de SENASA: acampe de 150 trabajadores de una avícola por una contraprueba

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Los empleados de una avícola de Corrientes se congregaron ayer frente al acceso de la empresa para evitar que el Servicio Nacional de Sanidad Animal (Senasa) aplique el rifle sanitario a 200.000 gallinas, por un supuesto caso de gripe aviar. La medida implicaría el inmediato cierre de la compañía con más 35 años en la provincia, ya que la pérdida sería total y de 300 millones de pesos.

Los 150 empleados de la avícola Santa Ana, ubicada sobre ruta provincial 43 kilómetro 6, permanecerán en el acceso de la empresa a la espera de los técnicos del Senasa que hoy  lunes deberían aplicar el rifle sanitario a las 200.000 aves de la granja comercial.

“Nosotros estamos apurando todos los procedimientos administrativos ante el Senasa y los trabajadores nos sorprendieron al llegar hasta la empresa. Vienen a defender su puesto laboral, saben que si la medida del Senasa se aplica, no tendrán trabajo. Vamos a tener que cerrar”, dijo a El Litoral el titular de la empresa, Daniel Enciso Piazza.

“Acá está todo normal, no hay ninguna ave con síntoma alguno. No hay rastro de la enfermedad. Por eso queremos que el Senasa vuelva  a tomar la muestra. Si hubieran casos positivos, habría aves muertas, pero acá no hay nada de eso. Queremos que nos escuchen”, insistió.

El Senasa, en tanto, emitió ayer un comunicado oficial: “Luego de la detección de un foco positivo en aves en el establecimiento de San Cosme, informado el pasado 6 de abril, el Senasa informa que ha desplegado un operativo Interinstitucional  coordinado con organismos provinciales y municipales, siguiendo los  procedimientos previstos por el Plan de Contingencia y que llevamos adelante en todos los casos de focos positivos.

En el mismo sentido, el Senasa actúa en este caso como viene haciendo  ante los focos que dieron en otras provincias, se toman muestras, se  envían al Laboratorio Nacional y ante diagnóstico positivo se procede a acciones sanitarias preventivas, siguiendo los protocolos para controlar los focos y que la enfermedad no se disperse”.

De acuerdo con los datos oficiales del Senasa, avícola Santa Ana pertenece al Departamento de San Cosme, y sería ese el supuesto segundo caso de gripe aviar que se comunicó el jueves.

Los titulares de la empresa solicitaron la nulidad de la medida por considerar que no se cumplieron los protocolos del Senasa en las garantías de resguardo de la muestra. Reclaman una contraprueba, de lo contrario se debería matar a las 200.000 gallinas de la granja y eso significaría la quiebra de la empresa y la pérdida de 150 puestos de trabajo.

Avícola Santa Ana produce 420.000 huevos mensuales y abastece al mercado interno. Es la única empresa correntina que compite en el mercado avícola, donde mandan las compañías de Entre Ríos. Sacrificar a las 200.000 aves significaría una pérdida de 300 millones de pesos, algo de lo que la empresa no se recuperaría.

Reclamo

“Lo que nosotros estamos pidiendo al Senasa es que se haga una contraprueba porque nos dicen que en la primera no se cumplieron los protocolos. Solo queremos que tomen de nuevo la muestra: si da positivo, aceptaremos las consecuencias.  Pero hoy no hay certezas y llevar a cabo el rifle sanitario dejaría a casi 15.000 personas en la calle (familias de los trabajadores y quienes se benefician de manera indirecta con la avícola), sin trabajo. Acá no hay indicios de  que esté el virus, pero si la contraprueba da positivo, lo aceptaremos”, dijo Javier Caliri, uno de los trabajadores que acampan frente a Avícola Santa Ana.

Pedido de nulidad

Con la representación legal del abogado Armando Aquino Britos, presentaron ayer un recurso de nulidad ante el Servicio Nacional de Sanidad Animal (Senasa) que les ordenó aplicar rifle sanitario a sus 200.000 aves por un supuesto caso de gripe aviar, que aún en los partes oficiales del Senasa no se comunicó.

Enciso Piazza aseguró a El Litoral que “el muestreo no se realizó con los protocolos que impone el Senasa” y que las aves “no presentan síntomas o signo alguno de la enfermedad”.  “No nos negamos a los controles, queremos una contramuestra con garantías de trazabilidad. Nuestras aves están en perfectas condiciones, cualquiera puede verlo. Son galpones en las mejores condiciones sanitarias y no hay ningún rastro de aves enfermas”, explicó Enciso Piazza.

El Senasa ordenó “premura” en la aplicación del rifle sanitario, procedimiento que debe realizarse en 48 horas. La empresa debería ejecutar a las 200.000 gallinas de la granja de manera inmediata, pero las autoridades resisten esa decisión por considerarla “nula” debido a que los protocolos propios del Senasa no se habrían cumplido.

Las muestras a 20 aves se tomaron el martes. La compañía fue notificada del positivo el jueves junto con la sentencia impuesta.

“El protocolo sanitario del Senasa dispone que ante la sospecha de influenza aviar se debe seguir un protocolo ante la aparición de una o más aves con algún signo clínico o con lesiones anatomopatológicas compatibles o aves en las que se hubiera detectado el aumento repentino de la mortandad sin la confirmación del laboratorio realizado en el Senado. Se pretende disponer medidas extremas por la supuesta existencia del virus patógeno de esta especie avícola so pretexto de la variabilidad del virus en su capacidad de mutación, de manera que subtipos no patógenos puedan convertir en patógenos, y antes de la comprobación definitiva se pretende el sacrificio de toda especie animal”, se cuestiona en los fundamentos del pedido de nulidad.

Además ponen en tela de juicio el rigor científico de las muestras tomadas y la falta de garantías en la cadena de custodia. “Lo que nosotros pedimos es una contraprueba, con garantía de custodia y que se envíe a dos laboratorios, para que no queden dudas.

No puede ser que por un hisopo, cuya manipulación se desconoce, se ponga fin a una empresa de 35 años”, dijo Enciso Piazza.

“Si el rifle sanitario se debe aplicar, no podremos reponernos. Son 200.000 aves y toda una historia familiar que desaparecerá. No tenemos el financiamiento necesario para reponer las aves, sin contar que debemos esperar al menos cuatro meses para volver a retomar la producción en caso de que tengamos la suerte de conseguir financiamiento”, se lamentó.

En tanto, en el pedido de nulidad, la empresa se compromete, en caso de confirmarse el foco infeccioso hasta tanto se certifique que se han cumplido las medidas legales vigentes, con las condiciones de seguridad impuestas por el Senasa: “sacrificio in situ”.

Fuente: El Litoral

Autor: Portal Corrientes

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