Se realizó el lunes otra reunión para definir el nuevo valor de la hoja de yerba mate por parte del directorio del Instituto Nacional de la Yerba Mate (Inym), la discusión pasó a un cuarto intermedio hasta el mediodía de hoy.
En el encuentro, desde el sector industrial manifestaron que para este año se proyecta una merma del 25% en la producción de yerbatera como consecuencia de la sequía, que afectó a los cultivos, siendo la zona Sur de Misiones y el Norte correntino las regiones más afectadas por el déficit hídrico y las altas temperaturas.
Sobre los valores que se pusieron sobre la mesa, se supo que desde el sector productivo solicitaron que la hoja de yerba puesta en secadero llegue a los 65 pesos mientras que la canchada, a 220 pesos.
En tanto, desde el ámbito industrial solicitaron entre 46 y 52 pesos para la hoja verde y 179 pesos para la canchada. En este marco, hoy se volverá a desarrollar una nueva reunión para definir el precio que, hasta el 31 de marzo es de 36,86 pesos para la hoja verde y de 139 pesos para la canchada puesta en secadero.
Sobre este punto Marcelo Hacklander, director por parte del área de Producción del Inym, manifestó que desde el sector se pidió que el kilo de hoja verde sea de 65 pesos y de 220 pesos para la canchada. “Insistimos en un precio que se ajuste a lo que se está pagando actualmente en el mercado”, expresó en diálogo con El Territorio.
En el marco de la discusión por el nuevo precio, precisó que se estima que la discusión por el importe para la nueva temporada de cosecha gruesa se defina en Misiones y no a través del laudo de Nación, hecho que ocurrió durante el 2021.
Al mismo tiempo, comentó que uno de los valores que se puso en discusión fue de 52 pesos. “Sería un valor para condiciones normales de producción, pero en este momento estamos en malos rendimientos por la influencia de la sequía y desde la industria se reconoció que habría una pérdida del 25 por ciento de la producción”, señaló al respecto.
En el Sur provincial señaló que “es difícil reconocer los porcentajes de pérdida, pero se estima entre un 25 por ciento o incluso un 30”.
Por otra parte, recordó que el inicio de la zafra gruesa se da en el marco de un verano que fue completamente atípico, a raíz de las altas temperaturas y el fuerte déficit hídrico.
“Estamos en un tercer año de sequía, pero el efecto que se vio no se observó en 50 años, fue prácticamente fuera de lo común y nadie se acuerda de una sequía tan significativa”, recalcó Hacklander.
Fuente: El Litoral – Con información de El Territorio
Autor: portalcorrientes.com.ar