La sombra de la destitución asoma en el horizonte de los11 oficiales separados preventivamente por orden del ministro de Defensa, Jorge Taiana, a raíz de la muerte del subteniente Matías Ezequiel Chirino, luego del trágico asado de recepción en el Grupo de Artillería de Monte 3, de Paso de los Libres.
El militar, que había cumplido 22 años el 11 de junio, sufrió una descompensación fatal, al cabo de un festejo en el que aparentemente hubo excesos de alcohol y comida, como parte de una costumbre frecuente en los cuarteles militares para recibir a los nuevos oficiales.
“Es completamente inaceptable que dentro de las Fuerzas Armadas existan este tipo de prácticas, en las que se observa un abuso de autoridad. La exaltación del machismo y de muestras de hombría no son exclusivas del mundo castrense, pero en un ámbito tan jerárquico como el militar esto debe ser sancionado con mucha dureza”, declaró el ministro Taiana, quien se comunicó con Ezequiel Chirino, el padre de la víctima y le expresó sus condolencias y su compromiso para esclarecer lo que pasó.
En fuentes castrenses admiten que son habituales las recepciones que incluyen bromas y algún tipo de acoso, al estilo bullying, para los nuevos oficiales, que pagan “un derecho de piso”. El envío de los recién llegados a “misiones ficticias”, como mandarlos de campaña a la montaña para tareas de reconocimiento, sin ningún objetivo específico, o el cambio de uniformes entre el personal militar -por ejemplo, un sargento cocinero se hace pasar por el segundo jefe del regimiento e imparte órdenes a los flamantes subtenientes-, son algunas costumbres que vienen de antaño y que en pocas unidades se intenta desalentar.
Este clima de virtual sometimiento se extiende, a veces, durante dos o tres días. Hay subtenientes que han sido citados con su uniforme de gala para realizar un recorrido por salas de máquinas, con lo cual terminaron la visita con la vestimenta totalmente engrasada y sucia. Aunque públicamente no lo justifican, fuentes castrenses equiparan estas prácticas con las despedidas de solteros.
En el Colegio Militar hubo un caso en el escuadrón de Caballería, donde se realiza la tradicional “chota”: los cadetes de segundo año, al llegar al arma, deben pasar por una doble fila, en la que los compañeros de los cursos superiores los golpean con la fusta. Un estudiante terminó severamente lastimado y eso le costó la carrera al encargado del escuadrón, que era el cadete más antiguo de cuarto año. Otro hecho que terminó con sanciones ocurrió el año pasado en el Liceo Aeronáutico Militar de Funes, cerca de Rosario.
En tanto, el Ejército abrió este mes una investigación para determinar si el postulante a soldado voluntario Marcelo Exequiel De la Sota, perteneciente a la Base de Apoyo Logístico Curuzú Cuatiá, recibió un “trato abusivo” por parte de los subinstructores del Núcleo de Instrucción Básica en el Batallón de Comunicaciones 121, de Mercedes, en Corrientes, a raíz de un cuadro de insuficiencia renal que sufrió y obligó a su internación, de la que se recupera ahora en su domicilio.
Fuente: El Litoral
Autor: portalcorrientes.com.ar