“Los cínicos” por Eduardo Chervo.

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Hablar de cínicos, es en la actualidad, hablar de personas testarudas que no creen en la sinceridad humana, deshonestas, peyorativas y hasta irrespetuosas.

En sí, se ha convertido en un término despectivo. Pero esta palabra le da nombre a una de las escuelas filosóficas más llamativas de la antigüedad clásica.

La misma fue fundada por Antístenes uno de los más antiguos discípulos de Sócrates. Los cínicos se caracterizaban por su indiferencia a las cosas del mundo y por el desencanto a las costumbres y los valores.

El origen griego de la palabra cínico proviene del vocablo “perro”, que ellos consideraban este calificativo como un honor.

Ven, o veían la vida de un modo diferente al común. Si querías ser feliz, tenías que ser libre primero y para ser libre lo más importante es necesitar lo imprescindible para vivir. Se los caracterizaba por su honestidad brutal, su crítica frontal a la sociedad, con una vida frugal y hermanados con la naturaleza.

El más conocido de los cínicos fue Diógenes de Sinope que vivía en la calle, comía junto a los perros y hacía todas sus necesidades en público.

Hoy en día, “el síndrome de Diógenes” designa un trastorno del comportamiento que se caracteriza por el total abandono personal y por la acumulación de grandes cantidades de basura y desperdicios domésticos.

Diógenes, tiene la anécdota del encuentro con el emperador Alejandro Magno, quién acercándose vio en las condiciones en que vivía, entonces le preguntó si podía hacer algo para mejorar su situación: “Si, apártate, que me estas tapando el sol” -le dijo el filósofo-.

El lenguaje cambia, se modifica y actualiza constantemente, pero la palabra cinismo hace referencia a desprenderse de todo lo material, del prejuicio social, la fama, el reconocimiento, los deseos y placeres, porque ni si quiera el amor necesitan los cínicos, porque le basta con el suyo propio.

Cuando encontremos a alguien caprichoso, falso o procaz, que usa el sarcasmo para lastimar, no le digamos cínico, probablemente no se merezca portar tan noble título.

Eduardo Chervo – 2022

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