En la jornada de ayer domingo, 10 de abril, Juan Bautista Fochesato, cumplió un siglo de vida.
Algunas de sus nietas, con la colaboración de un par de tíos, organizaron un homenaje frente a su casa, con una bendición a los alimentos que fueron compartidos durante el mediodía.
En este sentido, el padre Beto Adís, fue el encargado de bendecir su vida, sus 100 años, su recorrido, su siglo de vida, como así también el manto que se entregó a la virgen como ofrenda en conmemoración a su cumpleaños.
Estuvieron presentes, el Senador de la provincia Henry Fick y el Vice Intendente de la localidad Marcelo Tisocco, en representación del Gobierno de Mocoretá, quienes tuvieron la amabilidad de llevarle un presente cada uno a Don Juan. Por tal motivo, toda la familia involucrada agradece profundamente su significativa presencia y gesto.
Breve Historia de Juan Bautista Fochesato:
Entre las innumerables familias italianas se encontraba la de Juan Bautista Fochesato, de tan solo 4 meses de edad, hijo de Benvenuto Fochesato de 26 años de edad y María Reniero de 18 años.
Hace 100 años, un día como hoy 10 de abril, pero del año 1922 nació Juan Bautista Fochesato. Su historia tiene que ver con los inmigrantes italianos, de aquella época tan triste, caracterizada por la guerra, pero de no haber existido, innumerables generaciones de hoy no existirían.
Muchas personas de la zona del Norte Entrerriano y del Sur Correntino conocen a este hombre que hoy cumple 100 años, caracterizado por su alma festiva, la pasión por sus trabajos, su carácter gruñó y su amor por el bandoneón.
Esta es, en líneas muy generales, la historia de Juan Bautista Fochesato o Giovanni Battista Fochesato.
Una vez terminada la guerra en 1918 entre diversas naciones, en el año 1922, siendo un pequeño bebé de tan solo 4 meses de edad, Juan viajó con sus padres en un barco a vapor desde Nogarole Vicentino – Italia hacia la Argentina, recorriendo las interminables y turbulentas aguas del mar Atlántico durante aproximadamente 28 días, con gran marea en alta.
En busca de una mejor vida, en busca de nuevas oportunidades llegan al puerto de Buenos Aires en agosto de ese año.
Transcurrió el tiempo y su papá Benvenuto pasó por distintas regiones, en busca de trabajo para la subsistencia de su familia.
En aquella época el gobierno ofreció a muchas de estas familias tierras y herramientas para trabajar en la cosecha a cambio de un porcentaje de la misma, así, es como llegó a la ciudad de Villa del Rosario, provincia de Entre Ríos, donde se establecieron y nacieron otros hermanos de Juan Bautista: Silvio Fochesato, Cristina Fochesato, Rasillo “Nene” Fochesato e Ítalo Fochesato, siendo Juan Bautista el mayor de todos.
Son muchas las vivencias de aquellos años que se pasan por alto, porque la historia tal y cómo fue solo puede ser narrada por quienes la vivieron, sin embargo, las historias contadas de generación en generación nos permiten conocer parte de ella.
MI QUERIDA ABUELA: MARÍA ESTER JACINTOEn 1948 se casa con mi querida abuela, María Ester Jacinto, una mujer que, si bien hoy ya no está entre nosotros desde hace muchos años, es caracterizó por ser una gran luchadora, gran madre, gran esposa.
Una mujer que se puso al hombro a sus hijos, la de ella es una gran historia que merece ser contada de otra forma.
PADRE DE FAMILIA NUMEROSA
Juan Bautista Fochesato, es padre de 15 hijos, 8 varones y 7 mujeres, llevándose poco más, poco menos, 1 año de diferencia entre uno y otro.
- Alfredo “Caiay” Acosta.
- Sara, María Fochesato.
- Omar, Alfredo Fochesato.
- Honorio, Angélico Fochesato.
- Osvaldo, Adelino Fochesato.
- Odilio, Abelardo Fochesato.
- Zulma, Ester Fochesato.
- Sofía, Mercedes Fochesato.
- Selva, Mabel Fochesato.
- Horacio, Armando Fochesato.
- Zulema, Miriam Fochesato.
- Orlando, Aníbal Fochesato.
- Susana, Mari Fochesato.
- Orfelino, Abel Fochesato.
- Celia, Mónica Itatí Fochesato.
Abuelo de aproximadamente 40 nietos; bisabuelo de aproximadamente 52 bisnietos, tatarabuelo de aproximadamente 7 tataranietos. (Números aproximados, actualmente son un poquito más de cada uno).
LA TIERRA – SUS TRABAJOS – SU SUSTENTOS
Con un carro, con una caretilla modificada o simplemente a pie, trabajó arando, sembrando, cultivando y cosechando la tierra, con la cual sustentaba diariamente a su familia.
En aquel tiempo muchos alimentos carecían, muchos de ellos se intercambiaban, pero básicamente, contar con yerba y azúcar era como tener un gran raudal.
La cultura del trabajo perduró en su memoria, en sus acciones de cada día, hasta hoy. Sus trabajos diarios, tales como picar la leña para su cocina, sus artesanías con cuero y afilar sus herramientas son parte de su rutina diaria, sin dejar de mencionar, que se cocina y se lava su propia ropa.
Hasta nuestros días, obtiene frutos de su propia cosecha y con orgullo las muestra.
MI CASA, MI FORMA, MI VIDA.
Juan Bautista Fochesato, es tan gruñón que, con sus 100 años, vive solo, se cocina, se lava, hace sus propias compras, no le gusta que nadie lo lleve ni lo traiga, se maneja a pie, no le gusta que nadie corte sus alas.
GONZANDO DE BUENA SALUD
Con sus manos teñidas color del paso del tiempo, con su mirada celeste color cielo, con su tranco encogido producto de la vejez misma que arrugan su cuerpo, esta lúcido como el sol cuándo brilla intenso.
Juan Bautista Fochesato, lee sin lentes, escribe sin dificultades, cuya letra parece de esas artesanales, la sordera es lo que lo tiene un poco adelantado en el tiempo, solo un poco, porque su memoria es inquebrantable.
Cuando se siente un poco enfermo, la “bayaspirana” afloja todos sus males.
Juan Bautista Fochesato tiene una salud envidiable, esta mejor que muchos hijos e incluso que muchos nietos, como solemos decir en nuestras reuniones familiares.
Esta es una muy breve historia de Don Juan y hoy, en tus 100 años, así, lo quieremos homenajear…hasta los 105 años, según él, esta historia continuará.
