Corrientes: el gendarme hallado muerto se habría suicidado.

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La Justicia continua investigando sobre el fallecimiento del gendarme formoseño que fue encontrado muerte en su departamento de la localidad correntina de Santo Tomé, en donde prestaba servicio en el Escuadrón 47.

La primera hipótesis que trascendió es que el hecho se trataría de un posible asesinato, e inclusive desde la Fiscalia mencionaron que están investigando “un homicidio”. Pero en las últimas horas surgió la posibilidad de que podría tratarse de un suicido y que, además, el efectivo habría dejado mucha deuda.

“Todavía no estamos seguros de que sea un homicidio. Estuvimos trabajando en el lugar y analizando ayer miércoles las evidencias con gente especializada de la Policía y resurge la hipótesis del suicidio, dijo una fuente de la investigación a Radio Dos, quien también comentó que “el cuerpo no tenía otros signos de violencia más que el disparo”.

El uniformado había sido encontrado con una media en la boca y precintos en las manos. Además, su teléfono celular fue hallado quemado dentro de una olla. Sin embargo, una fuente judicial dijo que “el supuesto precinto en el cuello era una cinta aisladora con varias vueltas, pero que no le ajustaba para ahorcarle. Las medias eran dos soquetes, tamaño chico, y la olla con la que quemó el celu estaba en el piso con un trapo para no estragar el piso”.

Los detalles escabrosos

Vivero, de 37 años, se encontraba tirado boca abajo con las piernas tocando el piso. Presentaba un balazo a la altura de la sien con orificio de entrada y salida, de derecha a izquierda, según revelaron fuentes policiales y judiciales.

Pero al dar vuelta el cuerpo comenzaron a aparecer las conjeturas que llevaron a la investigación a otras derivaciones más escabrosas como, por ejemplo, las dos medias dobladas que Viveros tenía metidas en la boca, así como la cinta de aislar de una pulgada que rodeaba el cuello, aunque no lo comprimía, sólo por mencionar algunas incongruencias en la escena de la habitación.

Al costado del cuerpo, a la altura de la mano derecha, estaba el arma reglamentaria del gendarme. No llevaba colocado su respectivo cargador, tampoco había otras balas sobre la cama, y la bala que estaba en la recámara de la pistola sería la utilizada para ultimar su vida. En tanto en la cocina, los investigadores hallaron el celular de la víctima, completamente quemado, dentro de una olla, y al parecer habría utilizado una virulana fina para incinerarlo, según revelaron a diario época algunas fuentes del caso.

Dentro de la casa no había signos de que haya existido una pelea. La víctima no presentaba heridas superficiales de haber sido torturado, tampoco signos de defensa. En otro lugar de la casa la Policía halló varias anotaciones con nombres y sumas de dinero ya que al parecer Viveros, además de gendarme era prestamista.

El cuerpo fue sometido a una autopsia que llevó al menos seis horas y reveló que Viveros había muerto sólo por el disparo en la cabeza.

Fuente: Diario Época

Autor: Portal Corrientes

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