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El ejemplar se encontraba en el Centro Aguará que en las últimas horas comunicó la triste noticia. «Con mucha tristeza nos toca despedir a uno de los integrantes del Plantel Estable, nuestro querido mono carayá Tolongo», escribieron en las redes sociales. Catalina Mancedo remarcó: «el mensaje que nos deja Tolongo, y que vamos a seguir propagando como emblema es que los animales silvestres no son mascotas».
Desde el Centro Aguará informaron que Tolongo no presentaba patologías previas, sin embargo, hace unos días mostró un cambio notable en su comportamiento, mostrándose decaído, lo cual era inusual en él.
«Gracias a la pronta intervención de su cuidadora y el equipo de veterinaria, se le practicó un chequeo exhaustivo que incluyó análisis de sangre, ecografía y otros estudios complementarios. Estos exámenes revelaron una obstrucción intestinal que requirió una laparotomía exploratoria de urgencia», explicaron. Allí «se descubrió que Tolongo había sufrido la ruptura del bazo, probablemente causada por un traumatismo en su recinto. A pesar de que la intervención quirúrgica fue exitosa, su condición era crítica y ante la previsión de un postoperatorio complicado, desafortunadamente Tolongo se descompensó y falleció».
Asimismo precisaron que se hizo todo lo posible por Tolongo, «lamentamos profundamente el desenlace, aunque nos reconforta saber que hicimos todo lo posible por garantizar su bienestar hasta el final».
En diálogo con Radio Dos, Catalina Mancedo, guardaparque y coordinadora del área de Difusión y Educación Ambiental del Centro Aguará, sostuvo: «Tolongo estaba en el Centro desde el 201 y lamentablemente nunca pudo rehabilitarse y liberarse justamente porque él no se visualizaba como un mono caraya. Se podía ver que su comportamiento no era un típico comportamiento de un mono silvestre. Por eso era parte de nuestro plantel en el cual se trabajó muchísimo por poder darle el mejor bienestar posible, ya que al ser un animal silvestre requieren unos requisitos, también unas atenciones especiales para que puedan tener un buen bienestar dentro del cautiverio».
Por otra parte, Mancedo indicó «por supuesto siempre remarcando que por más que nosotros tengamos los mejores profesionales, hagamos las mejores ambientaciones, enriquecimientos ambientales, todo para mejorar el bienestar de ese animal, jamás vamos a poder brindarle lo que le brinda la naturaleza y lo que Tolongo tenía que haber vivido, en libertad, en un monte lleno de árboles nativos, con animales, con individuos de su misma especie, y no justamente pasar todos estos años acá detrás de una reja».
Remarcó «ese es el mensaje creo que nos deja Tolongo y que en el cual vamos a ir propagando como emblema, los animales silvestres no son mascotas».
«Tolongo fue rescatado del mascotismo en 2016 y desde entonces formó parte de nuestro plantel, convirtiéndose en uno de los más queridos. Cumplió un rol fundamental en nuestra labor de educación ambiental, ejemplificando los efectos negativos de la apropiación indebida e ilegal de la fauna silvestre por parte de humanos», expresaron en las redes desde el Centro Aguará. «Su ausencia nos deja un profundo vacío, pero su legado permanecerá vivo. Seguirá siendo el símbolo de nuestra convicción: «Los Animales Silvestres No son Mascotas».
Desde el Centro Aguará informaron que Tolongo no presentaba patologías previas, sin embargo, hace unos días mostró un cambio notable en su comportamiento, mostrándose decaído, lo cual era inusual en él.
«Gracias a la pronta intervención de su cuidadora y el equipo de veterinaria, se le practicó un chequeo exhaustivo que incluyó análisis de sangre, ecografía y otros estudios complementarios. Estos exámenes revelaron una obstrucción intestinal que requirió una laparotomía exploratoria de urgencia», explicaron. Allí «se descubrió que Tolongo había sufrido la ruptura del bazo, probablemente causada por un traumatismo en su recinto. A pesar de que la intervención quirúrgica fue exitosa, su condición era crítica y ante la previsión de un postoperatorio complicado, desafortunadamente Tolongo se descompensó y falleció».
Asimismo precisaron que se hizo todo lo posible por Tolongo, «lamentamos profundamente el desenlace, aunque nos reconforta saber que hicimos todo lo posible por garantizar su bienestar hasta el final».
En diálogo con Radio Dos, Catalina Mancedo, guardaparque y coordinadora del área de Difusión y Educación Ambiental del Centro Aguará, sostuvo: «Tolongo estaba en el Centro desde el 201 y lamentablemente nunca pudo rehabilitarse y liberarse justamente porque él no se visualizaba como un mono caraya. Se podía ver que su comportamiento no era un típico comportamiento de un mono silvestre. Por eso era parte de nuestro plantel en el cual se trabajó muchísimo por poder darle el mejor bienestar posible, ya que al ser un animal silvestre requieren unos requisitos, también unas atenciones especiales para que puedan tener un buen bienestar dentro del cautiverio».

Por otra parte, Mancedo indicó «por supuesto siempre remarcando que por más que nosotros tengamos los mejores profesionales, hagamos las mejores ambientaciones, enriquecimientos ambientales, todo para mejorar el bienestar de ese animal, jamás vamos a poder brindarle lo que le brinda la naturaleza y lo que Tolongo tenía que haber vivido, en libertad, en un monte lleno de árboles nativos, con animales, con individuos de su misma especie, y no justamente pasar todos estos años acá detrás de una reja».
Remarcó «ese es el mensaje creo que nos deja Tolongo y que en el cual vamos a ir propagando como emblema, los animales silvestres no son mascotas».

«Tolongo fue rescatado del mascotismo en 2016 y desde entonces formó parte de nuestro plantel, convirtiéndose en uno de los más queridos. Cumplió un rol fundamental en nuestra labor de educación ambiental, ejemplificando los efectos negativos de la apropiación indebida e ilegal de la fauna silvestre por parte de humanos», expresaron en las redes desde el Centro Aguará. «Su ausencia nos deja un profundo vacío, pero su legado permanecerá vivo. Seguirá siendo el símbolo de nuestra convicción: «Los Animales Silvestres No son Mascotas».
Fuente: Época
Autor: Portal Corrientes