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“Todo para mí” por Eduardo “Mincho” Chervo.

Desde la sociedad industrial, el capitalismo voraz, el libre mercado insaciable, más la ideología de consumismo (comprar para ser libre) y la industria de la desinformación nos jugamos día y noche en una sociedad que se aniquila por el egoísmo e individualismo de sálvese quien pueda y los otros no importan.

Kant lo definió correctamente: “el egoísta limita todos los fines para sí mismo y no ve nada útil más allá de lo que a él le favorece”.

O sea, el egoísmo prácticamente contradice la antigua definición aristotélica de que el ser humano es un animal político (social).

Por esto mismo el egoísmo es dañino, no quiere el porvenir ecuménico.


Los “otros” molestan, son bazofia. Sin ellos el mundo sería mejor, pensaran los que se creen “unos”.

Uno es el que más trabaja, el que mejor educa a los hijos, el más honesto y no le roba nada a nadie. Todo lo que es y tiene es producto de su mérito.

En cambio, los otros no merecen nada. Esto es parte del egoísmo normalizado en la sociedad.

Nos hacen pensar que en el individualismo radica la libertad, de esta manera hasta el concepto de familia pierde peso y todos despotrican por el dinero, que aparece como único salvador del individuo.


A esto hay que sumarle la lucha incansable de los medios para concientizar quienes son los otros: estos son los inmigrantes, los que viven en las provincias o en barrios precarios alejados de las tecnologías de las ciudades.

También son los de color, los que se tiñen, se tatúan, que escuchan “esa” música, los homosexuales, las mujeres, los pobres, los que hablan distinto.

los otros…. SOMOS TODOS.

Eduardo Chervo – 2022

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