Reflexión de un ciudadano de Mocoretá: ¿qué nos pasa? – ¿qué estamos normalizando?”

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A nuestra querida comunidad de Mocoretá, hace muchísimo tiempo que vengo reflexionando varias ideas en mi mente, que surgen desde la lógica, y que muchas veces me dejan preocupado sobre cómo nos estamos acostumbrando a vivir en nuestra sociedad.

Por eso, tampoco se me viene la idea de cómo titular estas líneas, que hoy, en este caso tan particular que estamos viviendo con la desaparición de esta niña, no sabría cómo llamarlas.

Se me ocurren dos opciones: “Mocoretá, ¿Qué nos pasa?” o “Mocoretá ¿Qué estamos normalizando?” – aunque ambas se podrían tranquilamente conjugar en una sola.

Como padre joven de niños que aún están en sus edades escolares, primaria y segundaria, solemos estar corriendo al ritmo que la sociedad nos impone… que esto, que aquello, que un compromiso, que otro, etc… pero mientras tanto, en ese trajinar diario, en frente de nuestras narices, están pasando cosas que no son normales, y que poco a poco nos hemos acostumbrado como sociedad a vivirlas y ya no somos capaces de sorprendernos ante ellas.

Específicamente me quiero referir a una especie de “libertades” que tienen hoy nuestros jóvenes, las cuales se están convirtiendo en libertinajes desde hace muchísimo tiempo.

Basta con salir a otras ciudades cercanas para darse cuenta que en nuestra querida Mocoretá, ya hemos normalizado el hecho de que niños desde 13 a 17 años  encuentran en nuestras calles un lugar tranquilo y libre para festejar (cualquiera sea el motivo) acompañando siempre esos momentos lindos con alcohol.

Hemos normalizado el hecho que nuestros hijos estén en la vía pública, con bebida en sus manos, hasta altas horas de la noche y sin siquiera importar que día de la semana sea, acompañados incluso, varias veces, por autoridades que están presente en esos momentos solamente con el objetivo de cuidarlos del tránsito.

en otras varias ocasiones, los vemos venir en caravanas arriba de vehículos (camiones en este caso, cuyos propietarios son conscientes de lo que significaría un accidente y que así y todo no evitan estas formas de hacerlo, festejando arduamente y bebiendo alcohol a un nivel descontrolado), y lo peor, es que en la mayoría de las veces son los mismos padres quienes abalan estas formas de divertirse.

¡Mi gente de Mocoretá!!! ¡Eso… no es normal!!! No es común… no es normal que un adolescente que el día lunes a las 7 a.m. entra a un colegio, esté un domingo, amaneciendo lunes hasta las 1.30 de la mañana en una plaza, cuando nuestros mayores, están descansando para una ardua semana… y tampoco quiero hacer referencia en estas líneas, a la circulación de droga que existe y es un hecho en nuestro pueblo. Todos lo saben, todos comentan, pero nadie hace nada.

No es normal… nuestra sociedad está acostumbrada a ver niños bebiendo y ya lo ha aceptado, así también las autoridades, los gobernantes de nuestro pueblo hacen vista ciega a esto. ¡La policía prácticamente pareciera no tener autoridad sobre estas situaciones, y en las veces que los hemos visto “actuar”, no fue más que para cortar la avenida 9 de Julio al tránsito vehicular, para que estos niños beban tranquilamente sobre la calle, cuando todos sabemos que un menor de 18 años, no debería estar consumiendo alcohol!!! ¡Estamos todos locos!!! Y de parte del municipio, no vemos una acción concreta o al menos concientizadora.

¿Acaso un joven de esa edad, no debería más bien estar preocupado por su formación?

¿Acaso no deberían estar preocupados por algún deporte?

¿Qué nos pasa como sociedad que abalamos cosas como estas?

¿Qué nos pasa como pueblo que nos hemos acostumbrado a estas cosas? 

Siento como padre, y lo sufro personalmente, al hecho de que nuestros hijos no tengan en nuestro pueblo otras opciones, culturales, deportivas, participativas y porque no, competitivas en algún deporte, que, a su vez, los aleje de ese entorno.

¡Siento, que como sociedad hemos caído en el conformismo y la comodidad… conformismo con respecto a lo que tenemos, y en la comodidad de quedarnos de brazos cruzados ante cosas que no deberían ser así!.

¡Despertemos pueblo querido!!! Hay otro estilo de vida… esos jóvenes niños que hoy vemos en nuestras calles… sus hijos… mis hijos, dentro de un corto plazo saldrán a la vida y muchos de ellos carecerán de las herramientas necesarias para enfrentarla…  esos niños, el día de mañana serán también padres, serán profesionales, o incluso… serán nuestras autoridades… entonces no podemos y no debemos como sociedad dejarlos a la deriva, cuando vivimos en un mundo que está tratando de destruir a los jóvenes y a las familias (la cual es la institución más fuerte de la sociedad).

Siento que hay muchísimo para hacer, así mismo, también veo un sistema armado para que no tengamos tiempo de pensar en estas cosas y entonces dejarlas fluir.

Creo que tenemos la gracia de vivir quizás en una de las zonas de nuestro país que más calidad de vida debe tener, vivimos en una “burbuja económica” diferente a la del país gracias a la actividad económica tan importante como la citricultura… No le soltemos la mano a nuestros jóvenes. Exijamos a las autoridades que controlen lo que debería ser controlado, ya que todos somos hijos del rigor. Esa pareciera ser la realidad.

Esta semana nos ha tocado estar viviendo esta triste situación de una niña perdida en nuestro pueblo, y otra vez, como al principio, delante de nuestras narices, en un pueblo pequeño, lleno de cámaras, con una policía con los medios necesarios para prevenirlo, una niña desapareció sin dejar rastros… ¿acaso también debemos comenzar a normalizar situaciones así?

Despertemos pueblo… comencemos a exigir lo que nos corresponde, que es seguridad, educación, cultura… y salgamos de nuestras zonas de confort y hagamos algo por nuestros niños. ¡Hagamos algo que marque un antes y un después… creo que estamos a tiempo de no perder a nuestros jóvenes… pero debemos ser todos juntos y unidos… ¡no lo podríamos hacer de otra forma!

Sin más que decir (sin que nadie se sienta atacado u ofendido), pero con la esperanza que como sociedad comencemos a ver estas cosas… termino estas líneas con la fe de que no sea el único que veo lo que veo…

¡Saludos a todos y un deseo enorme de que todo en nuestro país vaya mejorando día a día!

humilde ciudadano…Gerónimo Zandoná 

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