Aunque suene descabellado, hay personas que pueden predecir el futuro. No estoy hablando de adivinanzas o profecías tipo Nostradamus (fue un boticario francés y supuesto adivino, más conocido por su libro Les Prophéties, una colección de 942 cuartetas poéticas que supuestamente predicen eventos futuros) o Baba Vanga (Vangelia Pandeva Dimitrova, más conocida como Baba Vanga, fue una mística, clarividente y herbolaria búlgara que pasó la mayor parte de su vida en Rupite, área en las montañas Kozhuh en Bulgaria).
Hoy en día la lectura del futuro es más fácil. Le puedo apostar a cualquiera que en el 2023 por primera vez la India superará a China en cantidad de habitantes. Esta interpretación es sencilla gracias a los datos, estadistas y su análisis. Así el mundo se va autoprediciendo a corto, mediano y hasta largo plazo.
En el 2016 el Fondo Monetario Internacional lo dijo, ahora hace poco el Foro Económico Mundial (este foro es un grupo de millonarios, privados y públicos, pero sólo participan los que ellos quieren y una vez por año se juntan en unos megacopetines a hablar de nosotros y de cómo van a ser más millonarios). La cuestión es la siguiente: tanto el FMI como el Foro dan predicciones, que ellos denominan “retos”, una de ellas dice: para el 2030 no tendrás nada y serás feliz.
Según estos dioses de la predicción, textualmente la frase hace referencia a que cualquier cosa que quiéramos alquilar, un dron te lo llevará hasta tu casa. Es interesante, pero no me convence.
Vamos a deconstruir un poco más la frase. Por empezar vas a poder acceder a eso siempre y cuando tengas dinero. Segundo ya no te hablan de comprar, si no de alquilar. O sea, la capacidad de compra la van despojando, poco a poco de las posibilidades de la sociedad. Y, por último, aparentemente seremos felices, simplemente consumiendo; triste realidad.
Alquilar, consumir y ser feliz me hizo pensar en el hoy. Acá en Mocoretá:
¿cuántos años de sueldo necesita un empleado (público o privado) para poder comprar un terreno y construir una simple casa?
Para la mayoría alquilar es la única posibilidad. Y dónde está la felicidad en lo anterior, en poder comprarse electrodomésticos (en cuotas) quizás un auto (con préstamos altísimos y a largo plazo) y quién te dice, poder salir de vacaciones, siempre con deudas a favor. En pocas palabras, viviremos alquilando y prendados (muchos ya lo hacen).
Tal vez todos los que temían a la inexistencia de la propiedad privada del comunismo, el capitalismo haciéndote creer que sos feliz lo logró mucho antes. La propiedad es privada, pero no es tuya.
Eduardo Chervo – 2022
«La propiedad es privada, pero no es tuya…»
Mejor resumen imposible mincho…
Abrazo desde la tierra colorada.