El pasado miércoles fue la rueda de reconocimiento en la fiscalía de Monte Caseros, por el caso Porfirio Ibarra Olmedo.
Tales fueron las afirmaciones del papá de Miguelito Rosbaco, joven asesinado en la zona de Monte Caseros, un caso emblemático en la provincia y cuyo dolor generó la fundación que preside junto a la mamá de Miguel.
Actualmente apoyan a la familia de Porfirio, el joven asesinado en Mocoretá a comienzos de 2022. “Fue una madrugada de enero cuando le pegan un balazo con arma de fuego en el corazón y pierde la vida a los pocos minutos”, contó.
“Acompañamos estos casos, ojalá no tuviéramos que hacerlo nunca. Al otro día se pusieron en contacto con nosotros. Su mamá está sola y no tiene posibilidades de abogados”, dijo Rosbaco en comunicación con Cadena de Radios.
La semana pasada se realizó una ronda de testigos en la que se reconoció al autor del hecho. Ahora el caso entra en etapa preparatoria pero “se corre riesgo de que esto no avance”. Así pasó cuando “acompañamos a la familia de Ezequiel cuando lo asesinaron en Monte Caseros, el condenado estuvo libre porque se vencieron los plazos procesales”.
Si bien después se avanzó con los pasos judiciales y después de estar libre el asesino fue condenado a 16 años de prisión. “Creo que los familiares de las víctimas una vez que asesinan a tu hijo se sabe que no se tiene vuelta atrás pero que por lo menos esté presa la persona que cometió el hecho”, aseguró y agregó: “Cuando asesinan a tu hijo, el segundo dolor es la falta de justicia”.
Contó que vio que “el asesino se reía, no tienen ninguna empatía. No tienen remordimiento, ni dolor. Con nosotros fue igual. Nadie se arrepintió. Nadie pidió disculpas”.
Con Información y audio de Cadena de Radios
Autor: Portal Corrientes