“¿Qué está impulsando a Argentina en la Copa del Mundo? 1,100 libras de Yerba Mate”, tituló el New York Times días después de la victoria de la Selección ante Países Bajos en el Mundial de Qatar 2022.
Como era de esperar, la presencia del mate en Qatar no pasó desapercibida en algunos medios internacionales. Las selecciones de Argentina, Uruguay y Brasil aterrizaron en el país anfitrión en mayor y menor medida con grandes raciones de yerba en sus equipajes.
En una nota sobre el mate en el mundo del fútbol, enfocada precisamente en Qatar, el medio estadounidense destacó las virtudes y los defectos de la infusión sudamericana.
Una infusión de exportación
Quienes intentan explicarla, deja en evidencia el Times, afirman que es “como un té verde, pero más fuerte”.
El periodista James Wagner enumeró la cantidad de yerba que llegó a Qatar de parte de Brasil, Uruguay y Argentina. El primero transportó casi 12 kilos, el segundo 240 y Argentina nada más ni nada menos que ¡500! (1100 libras) para un equipo de 75 personas.
El vocero de la Selección Argentina, Nicolás Novello, aportó que la selección “trajo diferentes tipos para todos los gustos: yerba mate con tallo (un sabor más suave), sin tallo (un sabor más fuerte y amargo) y con hierbas (para otros sabores)”.
Para el Times, el poder de unión del mate es muy importante. En realidad, quienes lo resaltan son las voces seleccionadas para defender a la bebida.
Una de ellas es la de Juan José Szychowski, presidente del Instituto Nacional de Yerba Mate en Argentina; otra, la del delantero argentino del Austin FC Sebastián Driussi.
Los neoyorquinos describen al mate como un trago compuesto de “una copa hecha con una calabaza hueca, su pajita de acompañamiento y un termo con agua caliente” que se puede tomar “de dulce a amargo y de caliente a frío”.
Entre sus embajadores internacionales -aquellos convencidos por algún argentino o uruguayo que se cruzaron en el camino- aparecen principalmente dos destacados futbolistas franceses: Antoine Griezmann y Paul Pogba.
Como detractores figuran Walker Zimmerman, de la Selección de Estados Unidos, y el mexicano Luis Hernández. Ambos no pudieron “adaptar su paladar” a la experiencia.
“Algunos lo han llamado demasiado amargo, demasiado herbáceo, demasiado terroso”, señaló Wagner.
Fuente: El Litoral
